Si de algo me ha servido hacer el camino de Santiago ha sido para aprender de los errores. Muchas veces, la emoción de querer hacer el Camino, hace que pasemos por alto diversas cuestiones. No importa si es la primera vez que haces el camino o si ya lo haces como todo un profesional, nunca está de más prevenir, así que, para que no te pase, te cuento cierta información que te ayudará a sobrevivir a esta larga aventura.
¿Por qué ‘Camino de Santiago? Se le denomina así por la veneración que deben realizar los peregrinos al sepulcro del apóstol Santiago, uno de los apóstoles de Jesús, en la ciudad de Compostela.
Pero, bien es cierto que, hoy en día más que un motivo religioso, existen otras razones por los que realizar esta ruta; superación personal, experiencias de viaje, motivos deportivos, buscar la espiritualidad, conectar con la naturaleza e incluso por la gastronomía.
Rutas para hacer el Camino de Santiago
En España hay 49 caminos, con casi 16.000 km, y en Portugal 9 caminos, con más de 2.900 km., pero sólo existen 10 rutas para hacer el Camino de Santiago que fueron reconocidas oficiales que cruzan la comunidad para llegar a Compostela.
Y te preguntarás… ¿Qué ruta elegir?
El Camino Francés es el itinerario jacobeo con mayor tradición histórica y el más reconocido a nivel internacional contando con 32 etapas y 930 km. Una ruta en el que abundan pueblos-calle, puentes medievales, grandes monumentos, paisajes que cambian de color con cada estación, bodegas y una gastronomía de gran calidad, por lo que podría ser una buena opción.
Otra de las rutas más transitadas es el Camino Portugués que se compone de un total de 25 etapas y una distancia total de 620 km. No es un camino que esté muy masificado, aunque sí es posible hacer nuevas amistades y vivir con nuevas personas grandes experiencias. Así pues, esta ruta portuguesa cuenta con un perfecto equilibrio entre el número de peregrinos que la transitan y las condiciones que posee.
El último camino que ha sido reconocido oficialmente es el Camino de Invierno que une el Bierzo con la capital gallega por el valle del río Sil y se caracteriza por ser un Camino solitario y propicio para el que busque evadirse del mundo terrenal.
Al llegar a tu destino, Santiago de Compostela, te recomiendo que pases unos días en esta bonita y pequeña ciudad. Podrás disfrutar de su encanto con diferentes planes como comer un buen pulpo, visitar la catedral e incluso divertirte en una noche compostelana.
Decálogo de la mochila perfecta
¿No sabes qué llevar en tu mochila durante el camino? Te daré un par de consejos que me han funcionado a mí cuando realicé esta maravillosa aventura.
Te recomiendo que el peso total de la mochila no supere el 10% de tu peso corporal. Si pesas 80 kg deberías llevar una mochila de 8 kg como máximo, por lo cuál debes llevar lo más imprescindible para esos días.
En tu mochila de peregrino deberías contar con un saco de dormir, dos camisetas térmicas, un pantalón desmontable, una chaqueta estilo chubasquero, las chanclas, aseo justo, crema solar y mucha AGUA.
Además, si tu espalda dice que no puede más, encontrarás muchas empresas o taxistas locales organizados para recoger tu mochila por la mañana y llevarla al próximo albergue de una forma bastante barata.
Alojamientos del Camino de Santiago
¿Dónde dormir durante esta aventura? El camino de Santiago ofrece diferentes tipos de alojamientos a lo largo de las numerosas localidades que recorre; todos los peregrinos suelen hospedarse en albergues, hostales, pensiones, hoteles o casas rurales.
Una de las opciones más económicas y que suelen elegir los peregrinos, son los albergues municipales. Normalmente, en cada una de las etapas encontramos uno y el precio suele rondar los 5 o 6 € la noche.
Los albergues no tienen restaurante, pero por lo general tienen una cocina donde se puede preparar comida.
Comidas al hacer el Camino de Santiago
Es fundamental dedicar el tiempo suficiente para disfrutar de un desayuno amplio en lácteos, cereales (cereales en copos, pan, tostadas, pan de molde…), fruta o zumo. Además, es recomendable ingerir algo sólido (pieza de fruta, chocolate, barrita energética o frutos secos) y tomar un breve descanso para beber cada 60 o 90 minutos, lo que nos permitirá mantener mejor el ritmo de ejercicio y, sobre todo, evitar la deshidratación o la “pájara”.
Otro de los trucos que me ha funcionado a mí, es realizar la comida más importante del día al final de la etapa y, si decidís comer de mesa durante el camino, conviene optar por un bocadillo o un plato ligero de pasta o verdura. Lo normal es llegar al final de la etapa con mucha hambre y, es aconsejable completar la etapa prevista por la mañana, dedicando la tarde al descanso, el lavado de la ropa y al conocimiento del lugar en que te encuentras y el intercambio de experiencias con otros peregrinos. Recuerda que todos estáis en una situación igual o similar, por lo que, debes tener una comunicación asertiva y mucha empatía. ¡Harás muy buenos compañeros de viaje!
Por último, resulta fundamental la rehidratación una vez concluida la etapa, incluyendo agua e hidratos de carbono; y si la transpiración (sudor) ha sido importante será preciso, además de hidratar, reponer los electrolitos perdidos.
Entrenamiento físico y mental previo al Camino
Una de las preguntas más frecuentes al hacer el camino es cómo prepararte físicamente para poder aguantar todo el recorrido. Te lo adelanto, no es lo mismo dar un paseo o hacer una excursión puntual que caminar durante días.
Pasar horas caminando es fundamental durante el entrenamiento previo al Camino de Santiago. No obstante, hay otro tipo de ejercicios que puedes realizar de manera complementaria como pueden ser las rutinas de ejercicio o pedalear haciendo bicicleta. Asimismo, cualquier entrenamiento debe ir acompañado de ejercicios de estiramiento. De este modo, evitarás problemas musculares.
El Camino de Santiago no sólo es una cuestión física, sino que también es mental. Se sincero contigo mismo y planifica adecuadamente la ruta que desees realizar. Es importante que te mentalices, sobre todo si es la primera vez que haces el Camino de Santiago, que no se puede ser rígido en la ruta. Si tus condiciones físicas lo requieren, avanza más despacio y recorre menos kilómetros. ¡No pierdas de vista tu objetivo!
Consejos y recomendaciones a tener en cuenta haciendo el Camino de Santiago
- Es un error relativamente generalizado no beber agua ni antes ni durante el ejercicio, así como esperar a tener sed o hambre para comenzar a beber agua y tomar alimentos.
Por ello, es conveniente:
- llevar una pequeña botella de agua o cantimplora para que no nos falte el agua
- informarte correctamente sobre las posibilidades de aprovisionamiento de líquidos durante la etapa: fuentes, bares, etc.
- Planifica las etapas y la forma de hacerlas de manera personalizada y haz que el Camino se adapte a tus capacidades físicas y objetivos. Dosifica el esfuerzo y sigue tu propio ritmo ya que es tan importante el trayecto como la meta.
- Intenta que los ejercicios de calentamiento y estiramiento muscular sean constantes mientras se está haciendo la ruta. Además, tu calzado no puede ser nuevo, debe estar ya usado y adaptado a tu pie. Lo mejor son las botas de trekking o de montaña, preferiblemente con suela dura. No pueden faltar unos calcetines adecuados: preferentemente de algodón y sin costuras.
- No te arranques las ampollas. Si te salen pínchalas y desinfecta con Betadine. Usa Compeed o tiritas mientras caminas si sientes que te van a salir en alguna zona.
- ¡Buen Camino! Será tu nueva coletilla cuando vuelvas a casa. Es la manera de saludar, despedir, preguntar qué tal estás y en definitiva desear a tus compañeros peregrinos un buen viaje hasta Santiago.
- No te olvides de incorporar un pequeño botiquín con lo indispensable para el cuidado de los pies y la protección de la piel (agujas hipodérmicas, apósitos de gelatina, tiritas, vendas, unas tijeras pequeñas, crema solar e hidratante).
- ¡No hagas el camino de noche!
- Ante cualquier emergencia puedes llamar al número 112. Es gratuito, funciona las 24 horas todos los días del año y atiende a cualquier demanda de urgencia o emergencia.
- Por último, y MÁS importante, hay contenedores en cada pueblo para depositar los desperdicios por lo cual, no tires nada por el camino. Protege esta ruta milenaria.
¡Exprime al máximo esta experiencia porque es inolvidable!
